Crecer en el ojo público

En la vida -y en redes sociales- siempre hay discusiones con mucho ruido que al menos personalmente dejo pasar porque soy de las que pienso que no todo merece desgaste y debate. Pero el pasado domingo salió a flote un tema que yo veía venir desde el 2016 y que me parece muy importante exponer aquí.

La actriz adolescente Millie Bobby Brown, protagonista de la serie Stranger Things de Netflix en su aparición en la gala de los SAG Awards 2020
Fue en julio del 2016 que con el lanzamiento de Stranger Things saltaron a la fama sus 5 niños protagonistas, siendo la más mencionada la única chica del grupo: Millie Bobby Brown.
Desde el principio se comentó el parecido de esta chica con la versión adolescente de Natalie Portman, que no fue extraño porque sabemos que en la industria del entretenimiento hay prototipos de belleza que son fijos y solo son reemplazados por una nueva figura en cada generación. Y sí, se parecen tanto Natalie y Millie que parecen estar viviendo la misma historia.


Una de las escenas más recordadas de El Profesional (1994), en la que Mathilda (Natalie Portman) imita a Marilyn Monroe. El filme considerado un clásico de culto, ha sido criticado en la actualidad por haber convertido a la actriz en ese entonces de 12 años en una Lolita.

En octubre de 2016, 3 meses después del lanzamiento de Stranger Things; Millie debutó en las páginas de W Magazine. Fotografiada por Matthew Priestley, Millie de 13 años posa jugando con un labial. A mí estas imágenes de "jugar a ser adulta" me recordaron en ese momento a la desafortunada editorial con Thylane Blondeau de Vogue Paris.
Thylane Blondeau de solo 10 años posó para una editorial de Vogue París con un maquillaje excesivo, ropa suntuosa y poses sugerentes nada adecuadas para una niña. La polémica en Francia levantada por esta edición del 2011 le costaría el cargo a Carine Roitfeld, entonces editora en jefe de la revista.


El rostro de Brooke Shields con solo 11 años (1976), maquillada como adulta para ser la portada del libro Helene de John Bowers. La frase "Mitad niña, mitad mujer -desde Lolita no ha habido alguien como Helene" lo dice todo. Para ese año, Brooke ya había sido fotografiada desnuda en una tina por Gary Gross.

Pasó con Brooke, pasó con Natalie, pasó con Thylane y está pasando con Millie. Que la industria del entretenimiento quiera vender a las niñas y adolescentes como mujeres adultas y que los medios repliquen este mensaje sin objeción alguna no es nada nuevo, ha sido así siempre. Es sistemático.

Para finales de 2017 con el lanzamiento de la segunda temporada de Stranger Things, y comienzos de 2018 en la temporada de alfombras rojas; las apariciones de Millie hicieron cada vez más ruido. Maquillaje fuerte, atuendos cero juveniles y hasta la espalda al descubierto fueron el detonante para millones de comentarios en redes criticándola.
Fueron tantas las críticas por los looks anteriores mencionados, que en su siguiente aparición mediática ese año, los SAG Awards; Millie reapareció en un vestido de lentejuelas rosa pálido de Calvin Klein y Converse. Además de un peinado y maquillaje mucho más juveniles. 
Y es que lastimosamente, las redes han sido muy crueles con Millie porque se le juzga a ella, se le señala como la responsable de venderse con un estilo que le aporta años y es ahí donde se cae en un grave error. Es una estrella adolescente y seguramente todas las decisiones acerca de sus apariciones, estilo, discursos y demás son tomadas por un staff de profesionales en cada ámbito.

A Millie entonces solo le queda defenderse ya sea vía Twitter o en alguna entrevista, como por ejemplo la que dio a Harper's Bazaar el año pasado: “siempre es difícil vestirse para un evento de alfombra roja porque mucha gente tiene opiniones. Desafortunadamente dices que no las escucharás; pero en realidad tienes que hacerlo. Y lo que dicen lastima, duele mucho“.
En la entrevista de Harper's Bazaar se refiere a las críticas que recibió por su aparición en la promoción de Stranger Things 3 en la ciudad de Nueva York. Su apariencia bronceada y las extensiones rubias encendieron las redes nuevamente con miles de comentarios, acusándola incluso de usar bótox.
Sí, han acusado a Millie de usar bótox o que parece recién salida de rehabilitación. Yo siempre me he puesto a pensar como una adolescente puede lidiar con tantos comentarios sobre sí y tanta presión sobre su imagen en un momento de la vida en el que se está construyendo identidad. ¿Cómo puede afectar esto en el desarrollo emocional de una joven?


Volvamos a Natalie Portman, quien vivió de primera mano la sexualización debido al auge de la película El Profesional. Portman quizás no lidió con el ruido de las redes sociales actuales y tantos dedos señalando su estilo de alfombra roja, pero las publicaciones impresas en las que aparecía siendo solo una adolescente y el carácter propio de su personaje fueron entendidos como proyección de sí misma; atrayendo fanáticos de índole enfermiza. [Vean el video completo].

Subo esta imagen a este blog solo con el objetivo de visibilizar como las publicaciones de entretenimiento y moda no tuvieron en los años noventa ni pizca de filtro para las poses de una adolescente de solo 14 años. Para promocionar la película Beautiful Girls, Natalie posó vestida en Prada SS96 lo que nos ayuda a calcular que esto fue publicado en una revista en el primer semestre de 1996.
Por su parte a Millie no le han tocado sesiones de fotos con poses rebuscadas, pero sí vistiendo unos estilismos lejos de parecer dirigidos a la Generación Z de la que hablan los titulares de estas portadas. Es por lo lejos, incoherente el mensaje que quieren dar en estas tapas porque los adolescentes que tienen posibilidad de adquirir estas revistas (o de revisarlas en internet) no visten como está vestida Millie. Entonces, ¿por qué quieren hacerla ver adulta?


El lunes 20 de enero un periodista de radio colombiano que ya ronda los cuarenta y pico de años, salió con esta perla en Twitter. El contenido de la frase "Can we say she's hot or not yet?" evaluando el aspecto físico de Millie, lo podríamos encontrar similarmente en miles de comentarios en redes en quién sabe cuántos idiomas. Porque así como este señor tuvo toda la tranquilidad del caso para salir con ese comentario siendo él mismo por  así decirlo una figura pública, ahora calculemos todos los usuarios sin rostro que navegan en internet y a los que nadie vigila qué publican.
Bingo! ¿Recuerdan mi pregunta allá arriba "¿por qué quieren hacerla ver adulta?"? Aquí está la respuesta. Eximir a cualquier seguidor adulto de la joven actriz de sentirse culpable por verla sexualmente atractiva porque ni siquiera pueden calcular su edad real a simple vista. ¿Por qué van a sentir culpa en desearla si ya se ve de 30?!
"No veo nada infantil en esa fotografía. Qué pena" dice el usuario. Las fotos son de la última aparición mediática de Millie en los SAG Awards 2020. Y cómo se le hace entender que sí es incorrecto comentar que una adolescente está 'hot' si a Millie la vistieron como no visten a ninguna de las co-estrellas de Stranger Things. Los comentarios se ponen cada vez peor, como por ejemplo que Millie también se hizo una cirugía de aumento de busto. Todo por algo que para muchos es superfluo como un atuendo de alfombra roja.


La actriz Mara Wilson (recordada por su papel de Matilda (1996)), desde 2017 se pronunció acerca de la creciente sexualización de Millie y en general de los actores adolescentes en Hollywood. Sí, hace tres años lo vió venir y debe ser porque lo vivió en carne propia: "No necesitamos perpetuar la cultura de deshumanización que Hollywood ha permitido." es una de las frases que dejó en un artículo que ella misma escribió para la Revista ELLE.

Entonces se entiende que quienes están detrás de la carrera de Millie les conviene el ruido, que sea trending topic sea por razones positivas o negativas, lo importante es mantenerla vigente. Para ellos la estrategia más efectiva es ésta: consolidarla como un ícono Gen Z en sus publicaciones orgánicas a través de las redes que maneja Millie y en campañas y contenido dirigido a jóvenes, sin descuidar otros públicos haciéndola también atractiva para adultos que a futuro puedan reconocerla en un filme que no sea de contenido adolescente. Y a ese público adulto se le llega en galas y publicaciones impresas. A ese público adulto se le llega exhibiéndola con algo de sex appeal porque si no pasaría por alto.

Ella es el escudo, atrás están los millones. Para la industria del entretenimiento ella es un producto más, con una curva que no pueden dejar caer. Y A QUÉ COSTO. El costo de la fama cuando no eres ni lo suficientemente maduro e independiente para poder elegir cómo llevar tu propia carrera. El costo de abandonar las experiencias de un colegial promedio para ser una estrella reconocida mundialmente. ¿Lo vale? Cada historia es distinta, para algunos no lo ha sido. Ojalá no sea el caso de Millie.


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